viernes, 5 de octubre de 2007

CONOCER A LEONARDO A SARAVIA de http://huecosdeluz.blogspot.com/

Estaba pensando en un momento que haya definido la dirección de mi vida y recuerdo que leí en un diario una conferencia que dictó Borges en una universidad norteamericana dónde definía exactamente cual había sido ese instante para él y que era lo que le había pasado. No recuerdo los detalles pero lo más importante era que había un instante crucial, un punto de no retorno. Y no era que se sacaba el premio mayor de la lotería, más bien era una iluminación, un reconocimiento de uno mismo ante algo que había pasado desapercibido hasta entonces.
Quizás ese sería el único hecho relevante para contar en un autorretrato de mi vida, lo cuál resultaría en un texto algo corto y los textos cortos son un poco mal vistos, a menos, claro, que uno sea muy famoso y escriba maravillas de una sola línea como el cuento del dinosaurio. Para generar clima se necesita extensión, dicen los profesores de taller literario y algo de razón deben tener.
Entonces, entonces no sé, pero quizás exista ese momento: recuerdo que después de mucho, mucho tiempo, veinte años, desempolvé una caja de zapatillas que estaba en la casa de mi abuela y allí encontré una serie de cartas de amigas-novias y novias-amigas. Una de ellas me había escrito algo revelador: espero que dentro de veinte años pueda decir que soy amiga de un gran escritor. Volví a leer: espero seguir siendo tu amiga dentro de veinte años y poder decir que sos un gran escritor. Volví a leer. Volví a leer: escribís tan bien las cartas que creo que dentro de veinte años vas a ser un gran escritor y me gustaría seguir siendo tu amiga. ¡Sorpresa!, en esa época no podía pensar en escribir ni en ser escritor, no podía ni imaginarme que yo pudiera llegar ni remotamente a escribir algo que otras personas pudieran leer y no recordaba haber leído una carta donde alguien me sugiriera eso. En mi cronología de vida ingresé a la universidad y me fui de toda cuestión artística posible, terminé la universidad, me casé, tuve hijos, me divorcié, y tarde quince años pero me empezó a gustar escribir, la literatura me gustaba desde antes aunque como tenía muy malas notas en castellano y sentía una aversión natural hacia las reglas ortográficas y gramaticales. Es decir que luego de cinco años de exploración literaria, de talleres, de cursos, de poesía, de prosa y novela y cuento y muchas palabras escritas en cuadernos y computadoras, me vengo a enterar que yo, yo mismo, escribía lindas cartas y que podría haber llegado a ser un gran escritor en este mismo momento de haber prestado atención a mi novia-amiga amiga-novia que lo que siempre me echaba en cara, y de eso me acuerdo ahora, es que no le prestaba atención. Y después se enojó conmigo porque no le devolví unos apuntes de biología, no se los devolví porque vivía lejos y además porque yo me había conseguido una novia-novia, a la cual no le gustaba nada que anduviera hablando con mi amiga-novia ni siquiera de temas puramente universitarios. Por eso fue que no me llamó nunca más, se olvidó de mí y se hizo odontóloga y pasó todo lo otro en mi vida que me alejó durante esos quince años de la literatura y de toda forma posible de arte.
Como podemos ver, en realidad, ese fue el momento de definición en mi vida que nunca llegó a definir nada, es decir un momento clave de indefinición, el momento en el que pude darme cuenta que mi futuro estaba en escribir libros enteros de cartas a mis amigas-novias novias-amigas y hacerme un famosísimo escritor de historias románticas que nunca llegan a definirse pero que les encantan a las muchachas quinceañeras de siempre. No pasó, por suerte o por desgracia, pero descubrí que lo que yo pensaba era una inclinación tardía, era en realidad un camino oculto e indefinido que venía desde fábrica pero que no me había animado a romper la etiqueta.
Para no hacer de este texto un dinosaurio y extenderme en los millares de caminos y posibilidades que tendré a partir de la definición de este autorretrato, voy a terminar con una frase que no dijo, pero que inspiró en gran medida mi actual mujer compañera amante madre de uno de mis hijos cocinera y artista, lo que ella dijo es que iba a hacer un poema o un cuento o algún tipo de escrito, no recuerdo exactamente lo que dijo, pero iba a hacerlo con una lista de supermercado. Lo que yo digo es, exagerando un poco para que nos horroricemos todos juntos, lo que digo es que la literatura es una lista de supermercado. Nada más. Gracias por su compra. http://huecosdeluz.blogspot.com/ http://loscaballetesalacalle.blogspot.com/