lunes, 29 de octubre de 2007

CONOCER A GONZALO DE http://memphisbluesagain.blogspot.com

Mi nombre es Gonzalo. Nací en una ciudad media castellana y viví mis primeros años en esos tiempos en que tocaba a su fin el franquismo y la famosa Transición. Con esa suerte a mis espaldas soy lo bastante joven como para estar inmerso en la nueva era de la tecnología pero con recuerdos que se remontan a tiempos en los que la televisión comenzaba sus emisiones a las seis de la tarde y el horario infantil era algo claramente definido e impuesto con rigor por nuestros padres.
En mi caso, las figuras paterna y materna trataron de inculcarme los valores propios de la época (esfuerzo, luchar por lo que uno cree, no hacer daño al prójimo e incluso hacerle el bien si es posible, etc) aunque no tengo muy claro si nosotros, nuestra generación, podrá continuar enseñando lo mismo a su progenie.
El tiempo ha ido pasando. Asistí al colegio (el mismo que el de mi padre), donde hice un grupo de amigos que, fundamentalmente se mantiene al margen de que ya casi ninguno vive donde nos conocimos. Salí de mi ciudad para ir a otra más grande, a la Universidad, y allí (en la ciudad) aprendí muchas cosas, las más de las veces sobre mí mismo (por cierto, en la Universidad también aprendí algo). De mis amigos de esa época conservo el contacto con bastantes y de vez en cuando nos juntamos en cualquier ciudad a medio camino de nuestras respectivas residencias actuales. Y en esas reuniones miramos por el rabillo del ojo cómo hemos cambiado desde la última vez; la tripa de Fernando, la coronilla pelada de Carlos, ¡No!, no revelaré cuál es la marca que el tiempo ha dejado en mí, seré discreto.
El mundo laboral ha sido el último paso (aunque ya hace unos cuantos años de eso) y aquí estoy parado ahora, nueva ciudad (ahora Madrid), nuevas amistades y nuevos desafíos. Creíamos que las empresas se pegarían por nosotros y resultó que fuimos nosotros los que peleamos por ellas (como todos han hecho a fin de cuentas). Llegamos tarde a casa, renegamos de nuestros jefes, de nuestros empleados, del transporte público o de los atascos. Gruñimos quizá porque muchos no sabemos hacer otra cosa.
Pero ahora, no me quejo, estoy felizmente acompañado (y casado) con mi mujer (antes se diría esposa), lo cuál es un avance significativo. Ya se sabe, la estabilidad, la confianza en uno mismo, todo eso de lo que te ríes cuando eres un soltero militante y que en realidad anhelabas secretamente.
Sí, las cosas han ido cambiando todos estos años, pero otras han permanecido estables. Me gusta la música, casi cualquiera, siempre y cuando no provenga de los concursos televisivos o de las cadenas de radiofórmula. Escucho música clásica (antigüa y barroca principalmente), blues, jazz (sobre todo el de los años 40 y 50), el r´n´r y el garaje, surf, ska, punk, alternativa. Vamos, que cualquiera podría decir que no tengo criterio (yo lo llamo tener la mente abierta, elige tú mismo). Mis pinitos con la guitarra, el piano o la armónica han agotado la paciencia de mis padres (y de los vecinos del piso de abajo – lo siento Fernando) aunque creo que a mi hermano a veces le gustaba (si bien es cierto que no he logrado transmitirle esa pasión por ningún instrumento lo que, a veces, me hace pensar que no guarda buenos recuerdos de mi experiencia)
La lectura también ha sido una compañía continua. Puedo leer prácticamente en cualquier rincón, en las escaleras mecánicas del metro, en el ascensor del trabajo (si subo solo, claro) y siempre consigo, a las pocas frases, evadirme de todo lo que me rodea (o de mí mismo, llegado el caso). Haber leído muchos libros a lo largo de estos años, unido al despiste más absoluto, me ha llevado en alguna ocasión a leer varias veces el mismo libro sin ser consciente de ello hasta muy avanzada su lectura. Reflexionando sobre esta cuestión decidí hacer un pequeño resumen de cada libro que leía, con la intención de forzarme a extraer la esencia del texto o, al menos, las impresiones que éste había causado en mí. Tiempo después decidí comenzar un blog para recoger estas pequeñas reseñas de aficionado y compartirlas con otros lectores y conocer sus puntos de vista. Así nació “Confieso que he leído” (http://confiesoqueheleido.blogspot.com)
Como todo lector, siempre he tenido ensoñaciones con la idea de llegar a escribir algo de lo que sentirme orgulloso. Y así, en mi fuero interno, me he considerado siempre un escritor. Por escritor no quiero decir que me sentase a una mesa para tomar un lápiz o un papel; en mi caso se trata más bien de pensar en historias, frases o sonidos que combinan de una manera armoniosa, paradojas, etc. Vamos, que lo de escribir lo he tenido como una posibilidad ilusionante pero nunca plasmada más allá de experimentos capaces de sonrojar a cualquiera y que me retraían de llevar a la práctica mi secreto proyecto. Como habría dicho Groucho Marx, es preferible creer que puedes llegar a ser escrito si lo deseas, que tomar la pluma y despejar todas las dudas.
Y en esto llegó, de la mano de mi hermano, más dotado para esta faena de la escritura, la posibilidad de crear un blog en el que colgar las cosas que, esta vez sí, escribiese. Así nace “Memphis Blues Again”, dedicado a recoger las cosas que se me ocurren, cuando se me ocurren (http://memphisbluesagain.blogspot.com).
En eso estamos ahora, en compartir mis visiones y mis gustos, lo poco o mucho que se y lo mucho que puedp aprender de los demás, de vosotros.