lunes, 29 de octubre de 2007

CONCOCER A FERNANDO UB. DE www.elviajeromelancolico.blogspot.com

Fernando U.B.


Desde que con poco más de seis años hice mi primer viaje en solitario no he dejado de viajar. Fue un breve trayecto en avión en el que lo poco que recuerdo fue lo a gusto que me sentí sin nadie que me hablase. Alguien debía recogerme en el aeropuerto de llegada y creo que cuando así ocurrió sentí una leve decepción.

No he vivido más de cuatro o cinco años en cada ciudad pero sí en unas veinte casas. Veinte cuartos con sus ventanas desde las que la vida era un continuo ir y venir con mis cosas metidas en cajas de cartón en la parte superior de un armario.

Cuando crecí comencé a salir de España para hacer una de las pocas cosas que se me dan bien: ir de un sitio a otro.

Hoteles, aeropuertos, estaciones de tren y de autobuses. Caminatas bajo la luna en cualquier carretera secundaria con mi bolsa de viaje al hombro. Decir siempre adiós a alguien.

En realidad creo que esta necesidad de ir de una lado a otro responde al deseo de tratar de responder a aquel niño que descubrió con seis años lo que era viajar: algo que te puede hacer, pero también deshacer.