viernes, 30 de noviembre de 2007

CONOCER A ÍNCARA DE MYBLOG.ES/INCARA

Mi blog es http://myblog.es/incara


Una biografía parece algo importante, sobre todo si hay que escribir sobre una misma. Imagino un escritorio elegante, inmaculados folios en blanco, quizá el sibaritismo de un pluma… un momento solemne, al fin y al cabo es como realizar una autopsia de mi paseo, hasta el momento, por la vida. Pues nada mas lejos, estoy en una cafetería ahumada, retumba un partido de fútbol a mi espalda, y estoy esperando en un pueblo que no es de los de mi zona de trabajo, a que mi jefe y un compañero terminen una reunión con unos clientes. Estoy harta, cansada y tengo ganas de irme a casa. Pero las musas no entienden de momentos solemnes y aparecen cuando les apetece. Auque solo haya un papel lleno de tachones y notas telefónicas, y un bolígrafo medio roto que me resisto a tirar, porque a mis musas les gusta mucho.

En la vida de cualquiera hay muchas facetas. Algunas no interesarían a nadie, otras quizá si pero suele ser que no interesa que se sepan. Hacer un currículo me parece aburrido. Así que me centraré en mi biografía escritora, en porque empecé a escribir y escribo.

Todo empezó en el colegio, al poco de saber leer y escribir medianamente bien. Como “deberes”, un día, la profesora trajo unos diarios con candado y llavecita. Eran de colores y tamaños todos diferentes. Yo elegí uno de cubierta naranja. Simplemente teníamos que escribir los que nos había pasado en el día, nadie lo leería, ni siquiera se corregirían las faltas ortográficas. No solía llenar una página con mi rutina diaria y adornaba los huecos con algún dibujo. Pronto empezó a parecerme, el relato de mis “hazañas diarias”, siempre iguales todos los días, muy aburrido. Y empecé a escribir sobre lo que pensaba, lo que observaba de la gente, sueños, deseos. Casi acabando aquel primer diario irrumpió en mi vida la literatura y me convertí en devoradora de libros, abandonando casi la escritura, excepto por la redacción del periódico del colegio. Con la adolescencia llegó un nuevo diario, más bien era un libro con las hojas en blanco, que se llenó de poemas, sueños románticos, dibujos, conflictos emocionales. Los complejos típicos adolescentes invadieron aquel librito, al que acabé arrancando las últimas hojas en blanco para no escribir mas cosas negativas. Entonces me pase a crear relatos, largos cortos, historias de amor, de ciencia ficción, de personajes mitológicos o cualquier cosa que se me pasara por la cabeza. Poco a poco me fui dando cuenta de que los personajes se parecían a mí. Mis héroes se convertían en alter-egos de mundos paralelos. Y por más que trataba de crear personajes antagónicos y lejanos a mí, al final casi sin darme cuenta, las cosas se revolvían de tal manera que me acababa viendo reflejada por todas partes. Volví a devorar literatura.

Por circunstancias de la vida, empecé a escribir un blog. Que al final es lo que se parece que se me da. Es mucho más interesante participar que ser un simple espectador.

Reírse de las cosas que preocupan, entristecen o llegan a asustar, las vuelve menos terribles.

Este es mi pequeño intento de ver el lado gracioso de la vida. Además de todas las cosas surrealistas y absurdas que me suceden y me persiguen.

Se puede contar con los dedos de una mano la gente que te cruzas por la calle y esta sonriendo.

Sonreír no es ilegal, es gratis y no esta prohibido.