lunes, 12 de noviembre de 2007

CONOCER A PACO CRUZ de disemdi.

SIMPLEMENTE AGUA

Agua.
Simplemente agua, fluido maravilloso, sangre de la tierra.
Agua que sacia la sed, que riega y fertiliza los campos, que extingue el fuego y devuelve la vida al erial.
Tú das vida al árbol cuya madera me sirvió de cuna, forma parte de mi mesa, de mi silla y de mi cama, y que un día me acompañará hasta la sepultura. Tú fertilizas la tierra que produce mi pan.
Contigo se bautiza y se bendice, se purifica y acrisola. Tú mueves el molino que convierte en blanca harina el trigo que ayudaste a germinar, atenúas y moderas los efluvios y vapores del alcohol, atemperas pasiones, lavas los cuerpos y calmas la sed.
Tus gotas forman la nube hacia la que mira esperanzado el labrador, y que dejas caer como maná, regalo del cielo, mezclándose con su sudor en pago de sus esfuerzos. Mansa nieve que cae sosegada y tranquila en las cumbres cuando el otoño se asoma, y que en invierno inunda los valles de estremecedor silencio, sirviendo de ornamento a las desnudas ramas de los árboles del soto, ahora solitario y deshabitado.
Gotas de rocío que en forma de perlas brillantes se forman al amanecer en los pétalos de las flores, y lágrimas de alegría por aquello que nos hace felices, o de dolor por el ser querido que se va para siempre.
Agua.
Vaso que se da a beber al sediento, gotas que alivian los labios ardientes del moribundo, sudor frío ante lo desconocido y misterioso.
Fuentecilla fresca que brota a la orilla del sendero, que mitiga la sed del peregrino, que retoza cantarina entre los juncos por la ladera camino del riachuelo, sembrando y manteniendo la vida a tu alrededor.
Agua del manso río que discurre sosegado y tranquilo por la llanura, seguro, pero deseoso al tiempo, de morir y entregar su preciado tesoro en el vasto mar.
Aguas testigos mudos y vivientes de miles de historias, de épicas batallas, epopeyas y aventuras, de pasiones y de discordias. Aguas que más que separar, unen y vinculan pueblos y culturas, razas y gentes.
Oro líquido, claro y transparente, preciado e imprescindible, escaso y codiciado. Caudal de vida a veces menospreciado, derrochado y malgastado. Fluido vital que fecunda y preña la tierra de vitalidad y vigor. Fuerza y energía que se vuelve airada en ocasiones arrasando a su paso cuanto encuentra por delante. Tempestad, Borrasca, Inundación y temporal, fuerza natural desatada que advierte a los hombres de su violencia y su furor, como una llamada de atención por el olvido, derroche y menosprecio a que se ve sometida.
Agua. Simplemente agua. Simplemente vida.